Photography Assistant: Natalia Buzón
Diseñadora Armenia que reside en Barcelona así se describe en su web:
La platónica Hipatia intentó tocar las estrellas fugaces, embobada con el firmamento. Manolo Blahnik empezó a construir su casa de moda por los zapatos De los pies a las estrellas, el cuerpo desnudo se viste de épica. Y ahí tiene mucho que decir la joven diseñadora Anna Karapetian (Armenia), sirena de seductora mirada, arrebatadora, como si en lugar de ojos tuviera dos islas Santorini a punto de entrar en erupción. Afincada en Barcelona, donde ha instalado su taller, esta modista armenia-catalana ha creado su propia línea de vestidos de noche, especiales para cócteles, veladas y galas. Y aun para llevarlos sin motivo alguno, solo por el gusto de sentirse coquetamente atractiva, infinitamente deseada y admirablemente cautivadora. Piezas únicas talladas a mano y elaboradas con productos nacionales, con pedrería, gasas y encajes. Las telas naturales de primera calidad han sido seleccionadas, estampadas y cortadas para sus exclusivos modelos. Y los tejidos responden a su exigencia: tul bordado, seda real, satén dorado…
“No se trata de un simple vestido, sino de vivir una experiencia”, convence la activa Anna Karapetian, decidida, alquímica y femenina, con años de experiencia en el sector. “Que la mujer se sienta guapa por dentro estando espectacular por fuera.” La colección de vestidos de noche de Anna Karapetian se está introduciendo en el mercado internacional, especialmente el ruso, por esas líneas juguetonas inspiradas en los colores de Gaudí y sus apliques árabes, sus cristales soleados y sus cordones brillantes. El silencioso, blanco y aplacador frío del Este combinado con la cálida persuasión del mediterráneo, noble como un marquesado azul. Así son sus cremosos vestidos personalizados, deliciosos. Y cosidos con cariño por sus dedos que bailan, rebordeados de amor. No son meros trajes, sino ediciones limitadas de prendas de ensueño. Princesas con tacones. Zarinas del este.
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