Iluminación en Retrato (I)

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La diferencia fundamental entre un gran retrato y uno pasable no reside en el modelo como muchos podrían pensar… vamos que muchos piensan que con un modelo guapo o guapa la fotografía es buena seguro… pues yo no estoy de acuerdo, ya sé que es una opinión muy particular, pero a mi modo de ver en ese caso la foto será agradable a la vista, pero eso dista mucho de ser buena solo por el modelo.

Contemos o no con un o una modelo atractiva, debemos ante todo, tener claro que pretendemos expresar con el retrato y eso no es simple… y jugar con la luz en consecuencia, ya que no será lo mismo hacer un retrato para cosmética, moda, prensa o social, con carácter o simplemente una foto de carnet… y no solo es importante tener claro el destino de la fotografía, sino los medios que disponemos en cada caso, o los que deberíamos disponer si queremos hacer bien las cosas… y sobretodo qué rasgos queremos acentuar u ocultar del modelo… y ahí la iluminación juega un papel fundamental (no todo es maquillaje y Photoshop).

Para empezar no pretendo hacer una tesis, ni un tratado, de lo que debe ser técnicamente un retrato o como debe ser iluminado, faltaría más, además no podría… solo dar algunos consejos que yo personalmente considero interesantes para intentar, que no siempre conseguir, retratos ajustados al destino de las fotografías, sin depender para ello del post proceso, que puede ser muy complejo o evidente y por lo tanto mi única intención siempre es obtener el mejor resultado posible con la iluminación… y como en un único articulo es complicado, por espacio, lo haré en varias entregas intentando explicar diferentes formas de ver el retrato…

Al grano… Si queremos, por lo tanto, buscar con la iluminación el resultado final, hay algunos conceptos deben estar muy claros, por ejemplo hay que tener en cuenta la iluminación que disponemos para el retrato, ya que no será lo mismo usar flashes que la luz del Sol, entre otras cosas por la obturación, porque con flash, si es la luz principal, será prácticamente imposible trepidar una fotografía, ya que el destello es muy rápido, mucho más que la obturación, algo a tener muy en cuenta si queremos retratos muy nítidos, sobretodo en planos cortos, en distancias cortas (y pensemos que si queremos buenos retratos, nítidos y con resolución, la distancia al motivo es muy importante, y por lo tanto debemos minimizar todo lo que podamos, eso sí, sin forzar perspectivas que puedan resultar extremas)… luego tener clara qué profundidad de campo es la adecuada para el retrato en cuestión, y teniendo en cuenta que trabajamos, como decía, en distancias cortas… y por supuesto el encuadre (aunque tengamos reglas claras para el retrato, debemos jugar con el mensaje que queremos transmitir y si es preciso “romper” esas reglas si buscamos un mensaje más agresivo o diferente, en definitiva: la composición, y saber jugar con el “aire” es fundamental). Luego lo más importante, conseguir un enfoque preciso, cosa que es más difícil de lo que parece y como norma diremos que es fundamental obtener retratos con los ojos bien nítidos (enfocados), por lo menos uno de los ojos, y si solo tenemos uno por profundidad de campo (si así lo queremos), en ese caso, es recomendable que sea el más cercano (hay que pensar que si hay profundidad en la fotografía, ese ojo se vera proporcionalmente más grande, si la distancia al modelo es muy corta)… Otra cosa que debemos tener claro es como iluminar y sobre ese tema saber unos principios que nos ayudaran a obtener el resultado esperado. En primer lugar cuando hablamos de luz dura o suave, y simplificando, no es otra cosa que como se comportan las sombras…, lo explico brevemente: cuando decimos que la luz es dura (Sol directo, o Flash directo) es porque las sombras que se proyectan, en este caso en un retrato, son oscuras (por ejemplo la nariz en la mejilla se ve muy oscura, la barbilla sobre el cuello si el flash esta picado, etc…), y cuando hablamos de luz es suave (luz difusa, o filtrada) es porque las sombras son más claras, más grises… o casi inexistentes.

Pero eso no es todo, ya que la distancia a la que esté la fuente de luz, cuando es un flash es muy importante, y no solo por la caída de luz que tengamos dependiendo del tamaño de la fuente (Ley Inversa), sino por cómo se comportan las sombras por ese motivo, como principio podemos decir que cuando la distancia a la fuente de luz es mayor, las sombras que proyecta el motivo son largas y poco definidas, y cuando es menor son cortas y muy definidas (con el Sol no podemos hacer nada en cuanto a su distancia, obvio…, así que debemos adaptarnos a ella y saber antes que luz nos ofrece en cada momento del día por su ángulo, la época del año y por supuesto dependemos de la climatología)… Como ya sabemos, hay que tener en cuenta otras cosas para un buen retrato, entre esas está el ángulo en el que incide la luz del flash sobre el modelo vs la posición del fotógrafo (evidentemente) y si este está picado o contrapicado, que nos afecta muchísimo para transmitir un mensaje concreto, por ejemplo, si la luz es recta y frontal, obtenemos mucho tono (los colores se ven más vivos) y por el contrario nada de textura (imagen es plana, sin sombras). Conforme el ángulo en el que incide la luz al motivo se va desplazando hacia los lados (con respecto al fotógrafo) o hacia arriba (contrapicado) o abajo (picado), vamos teniendo cada vez más texturas (sombras), y menos tono o color… cuando hablo de textura, quiero decir que por ejemplo se proyecta la parte externa de los poros de la piel en el interior, por eso se ven, el vello es más visible y por supuesto cualquier pequeña imperfección… y pensemos que la piel no es perfecta…). Todo esto es muy obvio cuando usamos flash, pero también debemos tenerlo en cuenta cuando usamos la luz día. Y no se me olvida, cuando todo lo tenemos muy controlado, nos queda medir correctamente la luz, si no queremos hacer multitud de pruebas hasta tener la exposición correcta… cosa nada recomendable ya que rompe el ritmo de las sesiones… Bueno, de todo esto y más iremos hablando en sucesivos artículos como ya he comentado…

El flash o la luz del Sol…

La verdad es que hay muchas formas de ver este tema, están los que prefieren no usar nunca el flash y jugar con luz natural, el que prefiere hacer un mix sumando ambas (y jugar con la suma de luces), el que piensa que solo debe usarse el flash como principal y el que piensa que solo es interesante que sea como relleno… Si te has identificado con alguno de estos grupos, en exclusiva, siento decirte que te estás limitando… porque lo importante de verdad es como usar la luz que podemos crear (flash) o la que tenemos (luz día)… entre otras…, conocer las ventajas e inconvenientes que pueden llegar a ofrecer cada una y actuar en consecuencia para obtener buenos resultados… pensemos que los principios son los mismos en todos los casos y solo cambia cómo podemos modificar esa luz y su duración (otras cosas son mucho más fáciles de modificar hoy en día, como la temperatura de color, el tono o el contraste, así que eso debería preocuparnos menos, pero no olvidarnos de ello)… Lo que es evidente, es que si usamos flashes tendremos un control absoluto de la dirección, la intensidad y por supuesto podremos modificar la misma a nuestra conveniencia (cosa que es una ventaja más que evidente)…, de todas formas, como no descarto ninguna iluminación, en cada artículo intentare poner ejemplos de cómo podemos jugar con la luz teniendo en cuenta el objetivo final, y en este caso nos centraremos en el contraste de la luz…

Retrato de cosmética y/o belleza

En el primer ejemplo, imaginemos que queremos un retrato limpio, sin imperfecciones, lo que suele llamarse una imagen plana, ideal para cosmética y/o belleza… en este caso el flash es la solución más fácil, pero más que el flash, la posición del flash, ya que necesitamos tener la fuente de luz lo más frontal posible al motivo, justo encima del fotógrafo, o a un lado, pero muy cerca de él, para evitar las sombras, ya que no queremos ver la sombra de la nariz en la cara de la modelo. Luego tener claro el reflector que usemos en flash, buscando uno que nos ayudará a reducir todo lo posible el contraste y que por lo tanto las sombras que obtengamos sean lo más suaves posibles, evitando así con ellas “ensuciar” el rostro (por ejemplo, para hacer que los poros de la piel no proyecten sombras oscuras en su interior y que los hagan muy visibles).

Para conseguirlo usaremos un flash como decía frontal, lo más común es una ventana o softbox, pero lo más efectivo es utilizar un reflector que se llama Beauty Dish (Softlight White), que es totalmente blanco, no solo un difusor blanco como en una softbox, y además, al ser luz rebotada contra una placa frontal blanca, y luego devuelta la luz contra el cono del reflector que también es blanco, nos ayudará a restar el contraste (la transición de blanco a negro es más lenta o suave), dando sombras muy claras o casi nulas. Al Beauty Dish incluso podemos ponerle un difusor o tela traslucida para hacer las sombras aun más suaves, como si fuese una softbox. El resultado son fotografías muy suaves, con lo que son muy interesantes cuando nada más es significativo en el retrato que la piel o los ojos…


Modelo: Marta Eres
Equipo: Canon EOS 1Ds Mark III – Canon EF 24-105mm f4 L IS USM
Iluminación: Generador Profoto PRO8A y una cabeza de flash Profoto ProHead con un reflector Profoto SoftLight White (Beauty Dish) sin difusor

 


Modelo: Helena Hernández
Equipo: Canon EOS 1Ds Mark III – Canon EF 24-105mm f4 L IS USM
Iluminación: Generador Profoto PRO8A y una cabeza de flash Profoto ProHead con un reflector Profoto SoftLight White (Beauty Dish) sin difusor

 

Una solución casera sería hacer que el flash incide sobre una superficie blanca a 45 grados y colocar al modelo a 45 opuestos de la superficie (donde cae el rebote)… y nosotros ponernos en medio evitando proyectar sombras. No obtendremos el mismo resultado por las características del reflector que evita que perdamos luz por los lados, pero si una imagen con poco contraste.

Retrato de moda y/o peluquería

Pensemos que necesitamos un retrato que tenga un rostro muy plano y con poco contraste, pero tener el pelo o la ropa con textura al mismo tiempo, por ejemplo para peluquería. Este caso requiere dos fuentes de luz, que pueden ser perfectamente un flash y la luz del Sol… o bien 2 flashes… una fuente la usaremos como en el caso anterior, muy frontal y con un reflector de flash que reste contraste en la cara y otra fuente de luz para dar textura al pelo o la ropa (aparezcan sombras en esas zonas que nos darán la textura).

Para conseguirlo podemos complicarnos mucho la vida y obtener resultados muy espectaculares con 2 o más flashes, pero vamos a simplificar al máximo (no lo más complejo ofrece mejores resultados siempre)… así que usaremos para la cara lo mismo que en el caso anterior y añadiremos un reflector de luz para incrementar el contraste en el pelo o la ropa. El reflector debe ser plata, ya que así incrementa el contraste que no tenía la luz principal, acentuando la textura donde incide su reflejo, proporcionando en esas zonas sombras definidas, además nos ofrece un ratio bajo, será menos intenso el reflejo que la luz principal, con lo que no generara sombras en el rostro. Debemos colocar el reflector de luz plata en un lado del modelo orientándolo hacia el pelo o la ropa (según nos interese) y ligeramente adelantado, que aprovechará la luz sobrante del reflector de flash principal… lo que hacemos es variar su ángulo de incidencia, para que caiga lateralmente sobre el modelo (para colocarlo correctamente, pensemos que la luz rebota en una superficie plana en el mismo ángulo en el que incide)… Con esta solución obtendremos texturas donde nos interese, pero tendremos un problema si no lo ponemos correctamente, y es que aparecerá en el ojo del modelo 2 puntos de luz (el flash y el reflector), así que en ese caso solo será interesante en planos de busto o medios (el ojo se ve pequeño en la fotografía), ya que en primeros planos será muy evidente ese segundo punto de luz que, seguramente, nos romperá el blanco de los ojos, obligándonos a un retoque del mismo, o bien veremos el reflejo del reflector plata en la pupila o el iris (que complica el retoque para planos cortos).

Pero como siempre en fotografía hay soluciones para todo (o casi siempre), en este caso contar con un reflector que nos ofrezca ambas cosas con una sola fuente de luz… y si existe… es del fabricante MOLA y se puede adaptar a cualquier a flashes de muchas marcas, incluso tiene soporte para flashes de zapata. Este reflector nos ofrece un resultado muy completo, dando volumen con un solo flash, jugando con la degradación dando como resultado una imagen a mi modo de ver muy realista o tridimensional… A continuación pongo unos ejemplos usando un reflector MOLA Demi, un MOLA Euro y un MOLA Mantti. El MOLA Demi tiene una medida ideal para planos cortos y de busto, el MOLA Euro para planos hasta 3/4 y el MOLA Mantti para planos completos . Esos reflectores por su diseño en ondas nos ofrecen “textura” en los lados del retrato (ya que fuerzan a la luz a incidir en diferente ángulo, a diferente distancia y diferente tamaño) y un centro de luz más suave frontal si usamos el difusor translucido, como en el primer ejemplo (además, podemos intercambiar el panel frontal que es un difusor y usar además del traslucido, uno opaco blanco para que rebote la luz como en un Beauty Dish, o uno perforado que reparte la luz al 50% entre los lados y el centro usado en los otros dos ejemplos… vamos que dependiendo de lo que necesitemos con un solo reflector de flash nos vale).


Modelo: Adriana Fernández García – MUA: Tono Sanmartin (con la Colaboración de LLUM Studios e Innovafoto)
Equipo: Phase One 645DF con respaldo: Leaf Aptus-II 12 y Schneider Kreuznach 110mm f2.8
Iluminación: Generador Profoto PRO8A, una cabeza Profoto ProHead con un reflector MOLA Demi frontal y otra cabeza Profoto ProHead con un reflector Zoom con un panel de abeja del 10” y un filtro rojo contra fondo negro.

 


Modelo: Lena Antón
Equipo: Phase One 645DF con respaldo: Leaf Aptus-II 12 y Schneider Kreuznach 110mm f2.8
Iluminación: Profoto PRO8A y una cabeza Profoto ProHead con un reflector MOLA Euro

 


Modelo: Sandra Romero
Equipo: Canon EOS 1Ds Mark III – Canon EF 24-105mm f4 L IS USM
Iluminación: Profoto PRO8A y una cabeza Profoto ProHead con un reflector MOLA Euro

NOTA: Es un recorte para que se vea mejor el detalle del pelo.


Modelo: Adriana Fernández Garcia – MUA: Tono Sanmartin (con la Colaboración de LLUM Studios e Innovafoto)
Equipo: Phase One 645DF con respaldo: Leaf Aptus-II 12 y Schneider Kreuznach 110mm f2.8
Iluminación: Generador Profoto PRO8A, una cabeza Profoto ProHead con un reflector MOLA Euro frontal y otra cabeza Profoto ProHead con un reflector Zoom con un panel de abeja del 10” y un filtro rojo contra fondo blanco.

 

Nota: Las fotografías que aparecen como ejemplos no tienen retoques (bueno, solo curva de contraste y una ligera corrección del balance de blancos por un tema de gustos), además son sencillas, realizadas en mis Workshops de Iluminación y en sesiones TfP… La idea fundamental de estos ejemplos, es ver con más claridad las diferencias que hay con los reflectores utilizados… aunque parecen sutiles, las más evidentes se ven en los detalles de la piel (con las imágenes al 100%) y sobretodo del pelo y la ropa entre el Beauty Dish y los reflectores MOLA, al margen de notarse en las sombras, que casi desaparecen en el centro cuando usamos un reflector MOLA pese a no estar está totalmente centrado, y cuando hablo de los detalles, me refiero a que son más evidentes y las sombras, es fruto de la variación de ángulo y degradación que producen las ondas de los estos reflectores, se ven más “realistas”, menos planas… De paso aclarar que aunque la mayoría de fotografías con estos reflectores sean en medio formato, a este tamaño no se ven las diferencias de resolución que tiene dicho formato.
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